La cistitis es la inflamación aguda de la vejiga urinaria, condición que aunque puede presentarse en ambos géneros y a cualquier edad, es más común en segmentos femeninos de edades reproductivas.
Cuando la cistitis es causada por una infección bacteriana se le denomina infección urinaria, la cual puede provocar dolor y diversas molestias, a la vez que se puede complicar gravemente si logra extenderse a los riñones.
Además del mencionado dolor en el aparato urinario, sus síntomas incluyen escozor, ardor, necesidad constante de orinar, presión en la parte baja del abdomen, molestias en la pelvis, fiebre baja, orina turbia y con un fuerte olor, e incluso hematuria (sangre en la orina).
Entre sus factores de riesgo se encuentran hábitos de higiene insuficientes o de poco control; reacciones adversas a ciertas prácticas sexuales, productos de higiene íntima, anticonceptivos o medicamentos; el padecimiento de otra enfermedad (de la cual sea un daño colateral) o una dieta desbalanceada. De hecho, una buena alimentación puede ser una de las soluciones más prácticas para combatir la cistitis, reducir sus síntomas o prevenir su padecimiento.
Alimentos que previenen la cistitis
- Líquidos: para mantener un tráfico urinario saludable es necesario beber grandes cantidades de líquido, sobre todo de agua potable, ya que esta permite eliminar gran cantidad de bacterias (incluidas las responsables de este tipo de infección).
- Arándanos: sus altos índices de quercetina, taninos y vitamina C impiden que las bacterias se adhieran a la mucosa del tracto urinario. Se pueden ingerir al natural o en forma de jugo.
- Probióticos: este tipo de alimentos (como el tempeh, tamari o kéfir) mantienen la flora intestinal saludable, la cual es crucial para un sistema inmunitario sano.
- Cereales integrales y granos enteros: gracias a su composición, alimentos como el arroz integral, amaranto, mijo, avena o quinoa, ayudan a mantener una dieta limpia y a depurar el organismo.
- Frutas y vegetales: gran cantidad de estos alimentos son realmente depurativos (diuréticos, detoxificantes, alcalinos, con altas cantidades de fibra, etc.) lo que equilibra el organismo de tal forma que pueda contrarrestar, y prevenir, los malestares generados por cistitis. Algunos ejemplos de estos alimentos son los espárragos (diuréticos), brócoli (detoxificante y alcalinizante), papaya (fuente de vitamina A, importante para fortalecer el sistema inmunológico), cebollas y puerro (altos en fibra), entre otros.
Y los que pueden complicarla
- Alimentos ácidos: aunque algunos de ellos ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, deben evitarse durante el tratamiento, ya que pueden irritar el tracto urinario.
- Embutidos y carnes rojas: estos también elevan los niveles de acidez en el pH del cuerpo, lo que es perjudicial para un cuadro de cistitis.
- Azúcares: ralentizan el proceso de sanación y empeoran los síntomas porque alimentan las bacterias que provocan la cistitis.
- Harinas: ya que el organismo transforma las harinas refinadas en azúcar, son otro medio de proliferación de bacterias.
- Té, café y alcohol: estas bebidas acidifican el pH de la orina, perjudicando la condición y aumentando el malestar.
Aunque de común padecimiento, la cistitis no debe tomarse a la ligera debido a que un descontrol en su tratamiento puede generar complicaciones tales como hematuria o infecciones renales, mismas que pueden poner en riesgo la estabilidad de los pacientes.
Debido a lo anterior es vital realizar las visitas pertinentes al médico y acatar cuidados adicionales como evitar el uso de ropa ajustada o de telas sintéticas, mejorar los hábitos de higiene, no bañarse con agua muy caliente, entre otros.